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El síndrome del trabajador ilusionado

on Fri, 09/07/2018 - 09:42

¿Cuántas decenas de veces habéis escuchado, en las dos últimas semanas, la expresión "síndrome post-vacacional"?

Cada año, entre finales de agosto y principios de septiembre, todos los medios de comunicación se llenan de expertos, la mayoría de ellos psicólogos, explicando los síntomas y los motivos del síndrome post-vacacional que sufre una parte de la población. Los síntomas los conocéis de sobra: cansancio, tristeza, falta de motivación, poblemas de sueño, problemas de concetración ... ¿Los motivos? El motivo principal es la dificultad de adaptarse a la nueva situación. Después de varias semanas de vacaciones, la vuelta a la rutina se puede hacer dura.

Pero ... si todos volvemos a trabajar después de las vacacaciones, ¿por qué algunos sufren síndrome post-vacacional y otros no? Suelen ser personas con baja tolerancia a la frustración, las que no disfrutan de su trabajo, se sienten poco valoradas ...

Hasta aquí lo que ya todos sabemos, pero, ¿os habéis puesto a pensar en los niños? ¿Sufren ellos también el síndrome post-vacacional? Parece ser que es menos frecuente que en los adultos, pero se puede dar, sobretodo en aquellos que no se sienten a gusto en la escuela. Pero hay algo más importante que eso: el modelaje.

Todos los que somos padres sabemos que los niños tienen una facilidad enorme para imitar comportamientos. De hecho, gran parte de nuestros aprendizajes se producen imitando lo que vemos de los adultos de referencia. Así aprendemos a caminar, a sonreir, y también a decir palabrotas o a fumar.

Y dicho esto, ¿cómo creéis que afrontará la vuelta al cole un menor que ve como sus padres llevan días lamentándose de la vuelta al trabajo? ¿Y aquel que ve a sus adultos de referencia ilusionados con la vuelta al trabajo? Exactamente. Podemos modelar en positivo o en negativo. Si tu hij@ te ve frustrado, haciendo comentarios de lo dura que va a ser la vuelta, la cantidad de problemas que te esperan, y lo mucho que desearías no volver, es más probable que los integre y no tenga ganas de volver al colegio.

Así que os recomiendo darle la vuelta al síndrome post-vacacional y transformarlo en lo que vi ayer en un catálogo de ropa "síndrome del trabajador ilusionado". Pensemos en las ventajas que tiene la "vuelta al cole".

Es importante que demos a los "peques" alicientes para volver a la rutina. Reencontrarse con sus compañeros de clase, aprender cosas nuevas, estrenar ropa y material, volver a aquellas actividades extraescolares que tanto les gustan ... todas estas motivaciones van a hacer que todo sea más ilusionante. Que programemos actividades lúdicas que sean de su gusto para las primeras semanas también. Pero lo más importante de todo es que vean que, para nosotros, los alicientes son los mismos y que afrontamos con actitud positiva la vuelta a la rutina (aunque a veces no sea del todo verdad).

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