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Otro caso de bullying en el centro Amor de Dios, de Alcorcón

on Wed, 04/13/2011 - 14:07

La edición digital de ElPaís de hoy recoge el testimonio de una madre que relata que su hija, actualmente mayor de edad, sufrió acoso escolar o bullying cuando tenía 10 años. Comenta varios incidentes sufridos por la menor, y la actitud del colegio hacia los mismos.

Os pongo un extracto de los párrafos que me han parecido más interesantes. La entrevista completa la podéis leer a través del link.

Según la madre, empezó a sufrir vejaciones con 10 años, en 5º de Primaria, por parte de un compañero de clase: "Le cambió el nombre por uno humillante, la pellizcaba, la ponía en ridículo". El "primer episodio gordo" se produjo cuando, jugando al fútbol, metieron un gol a la niña. "Este niño estampó la cabeza a mi hija contra un muro de hormigón", aunque ella se enteró cuando fue a recogerla y le vio el tremendo chichón. La llevaron a la clínica Montepríncipe, donde la diagnosticaron un "traumatismo craneal" y la medicaron.

Esa tarde, se pusieron en contacto con el colegio. "La directora de Primaria prometió que le iban a castigar con tres días de expulsión", cuenta la madre. Sin embargo, "no le expulsaron ni un día, y todo quedó en agua de borrajas" porque "era muy pequeño y se le podía reconducir", pero si le sancionaban "tendría para siempre un borrón en el expediente". "No tomaron medidas, no hicieron caso de nada", se lamenta la madre. Mientras, su hija cambió: "Era muy cariñosa y feliz y se volvió irritable, retraída, insegura". Y "el niño siguió igual, pincha que te pincha", continúa la madre, que veía triste a su hija sin saber qué hacer, a quién acudir, hasta que ocurrió el "segundo incidente gordo" en 3º de la ESO, un año antes de que se iniciaran los tres años de acoso al otro menor que reconoce la sentencia.

"Mi hija llegó aterrada, llorando, descompuesta". Según les contó la menor, que tenía ya 14 años, el mismo niño que la había estampado contra el muro le había puesto "una taladradora en la nuca en funcionamiento y con la broca puesta" en clase de Tecnología. "Se le enredó en el pelo y porque intervino una compañera, que si no le taladra la cabeza". A la madre no le parece de recibo que se enterara también por su hija de "un hecho tan grave", que para ella fue un "hasta aquí hemos llegado". Denunciaron al niño en la Comisaría de Alcorcón, pero "no sirvió de nada". La Fiscalía de Menores archivó el caso porque, como no tenía 14 años -le faltaba un mes-, era inimputable. "El colegio no estaba por la labor de hacer nada de nada, no nos hacían ningún caso, aseguraban que era un hecho pasajero y nos daban largas", explica la madre, que no paró hasta conseguir que cambiaran al agresor de aula. "Les amenacé con todo, con denunciar el caso a la prensa, a la Comunidad de Madrid, al Defensor del Menor, donde hiciera falta. Nos pusimos muy serios y fue una pelea constante con el colegio, que aseguraba que nunca había pasado antes, que era un hecho aislado sin mayor trascendencia...". Cuatro días después, el tutor les comunicó que cambiaría de grupo. "Pero en lugar de comunicarlo oficialmente, recalcando que la culpa la tenía el niño, fue el niño el que dijo a toda la clase que le cambiaban y que la culpable era nuestra hija", asegura la madre, que denuncia una "absoluta falta de previsión, dejadez, inhibición e incompetencia" de la dirección. La consecuencia fue que a su hija la rodeó la mitad de la clase en el primer y el segundo descanso y "la insultaron y le dieron collejas".

Los padres presentaron una denuncia ante la Inspección Educativa, que les contestó con un relato de las medidas tomadas por el centro -expulsión un día y cambio de grupo- y la recomendación de "volver a la normalidad". Finalmente, al niño le llevaron a otra aula, pero a esas alturas de la pesadilla la niña estaba "aterrada, hundida, no quería volver nunca más" y sus padres la llevaron al psicólogo. En el centro médico Los Castillos le diagnosticaron "acoso escolar" que le ocasionaba "miedo al colegio y deseo de escapar". Estuvo casi un año en tratamiento. "El Bachillerato lo hizo en La Salle y fue el día y la noche", sentencia la madre, que subraya que es católica. Sobre la condena, considera que "por fin se ha hecho justicia", al tiempo que se arrepiente de no haber denunciado por la vía civil sino por la penal, pero no se sintieron "respaldados por nadie".

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/madrid/Le/puso/taladradora/nuca/elpepiesp...

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