Llamar “enfermo” a una persona homosexual es reprochable, espiar su correo electrónico y revelar su contenido, condenable.

Christian Pulpan, responsable en Cataluña de Gartner KG, entró en el mail de uno de sus trabajadores en agosto de 2008 y leyó sus correos, entre los que se encontraban algunos en los que se ponía de manifiesto su orientación homosexual y la de un compañero suyo.

Pulpan se apresuró a comunicarlo a su jefe en Austria, mandando un correo electrónico en el que decía que había “descubierto” la orientación homosexual de dos de sus empleados, y llamándoles “enfermos”, puesto que, según escribía, los mails eran “de increíble contenido guarro”.

En su declaración alegó que había leído esos correos casualmente, cuando buscaba los datos de un proveedor en el ordenador de uno de los empleados, y que con la palabra "enfermos" pretendía aludir a que la situación en la oficinale recordaba a la obra de Molière, El enfermo imaginario.

Más allá de tratarse de un caso de discriminación al colectivo homosexual (no sólo por las opiniones vertidas en el mail que mandó a su superior, sino por el posterior despido), y de haber cometido un delito de revelación de secretos, en mi opinión se trata de un caso de acoso cibernético, donde se ha obtenido información personal de la víctima accediendo a su correo electrónico, y se ha utilizado para acosar y perjudicar a los implicados. Es frecuente que los acosadores crean que su causa es justa, usualmente en la base de que la víctima merece ser castigada por algún error que dicen que ésta ha cometido, en este caso concreto su orientación sexual.

La Fiscalía de Barcelona pide 4 años de cárcel para el “señor” Pulpan por descubrimiento y revelación secretos y estudia si reabrir el caso contra el jefe en Austria, Herbert S.

El abogado de los trabajadores solicita tres años de cárcel por revelación de secretos y otros dos por un delito de discriminación por la orientación sexual, además de una indemnización de 60.000 euros por daños morales. Según la querella presentada inicialmente en el juzgado, la relación de los empleados con Pulpan se torció cuando este comentó a uno de ellos su intención de despedir al otro por sospechar que era homosexual. Al descubrir el correo, Pulpan insistió en que ambos debían abandonar la empresa. Algunas fuentes nos indican que fueron despedidos por presunto "bajo rendimiento laboral" y otras que uno fue despedido por una falta grave y de puntualidad y el otro pidió la rescisión del contrato tras una baja médica.

Es la primera causa abierta en España contra una empresa por injurias homófobas. Esperemos que sea la última, no porque la justicia cierre los ojos ante este tipo de causas, sino porque las empresas y particulares tomen nota y no vuelvan a ocurrir más casos.

Fuente:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/fiscal/pide/carcel/jefe/llamo/en...

http://www.avui.cat/noticia/article/2-societat/5-societat/405215-preso-p...

http://www.20minutos.es/noticia/1036656/0/enfermos/empleados/homosexuales/

http://es.wikipedia.org/wiki/Ciberacoso#Caracter.C3.ADsticas_del_ciberacoso