Madres que dañan a sus hijos, hasta la muerte.

Si cualquier agresión a un niño despierta rechazo en la sociedad, las que se cometen por sus progenitores generan sentimientos de incomprensión, pero lamentablemente son más frecuentes de lo que podría parecer aplicando el “sentido común”. ¿Cómo una madre que ha llevado en su vientre un hijo puede agredirle, llegando a causarle la muerte? La función del psicólogo forense, en estos casos, es precisamente ésta: examinar todas las circunstancias y dar una explicación a los sucesos. ¿Por qué?

Recientemente conocíamos el caso de una madre, Yasmina, de 18 años, que suministró cocaína en repetidas ocasiones a su hijo durante los tres meses anteriores a su muerte, y lo golpeó fuertemente. Además desatendía sus necesidades de higiene y cuidados. Un día lo dejó a cargo de un conocido, Antonio, para salir con unas amigas, quien “golpeó al bebé por todo el cuerpo, y lo levantó para dejarlo caer al suelo de forma brusca, provocándole la muerte.” La fiscalía alega que la madre sabía que Antonio “era un maltratador”. Yasmina fue madre cuando era todavía menor de edad, y provenía de un entorno familiar desestructurado, con un padre al que no veía desde los 6 años.

En Palma una mujer, Antonia de 29 años, y su pareja, Miguel Ángel de 28, serán juzgados por la muerte de la hija de ella, Ainhoa, de 8 años, tras propinarle una paliza. Cuando la trasladaban en la ambulancia la mujer dijo que la niña, que sufría un traumatismo craneoencefálico severo, se había caído del sofá, pero tras el interrogatorio de la policía y el análisis forense, les detuvieron a ambos por el presunto asesinato de la menor. Además se constató que la niña había sido víctima de malos tratos reiterados, habiendo acudido 20 veces al hospital en los últimos meses. El padre de la menor se había separado de la madre hace 4 años y vivía en la Península. La niña vivía con sus abuelos maternos en Andratx, y pasaba los fines de semana con su madre.

En Madrid se detenía a una mujer de 38 años, Milagros, por asfixiar a su hijo de 4, Ruben. Posteriormente se lesionó, supuestamente con intención de suicidarse, cortándose las muñecas y el cuello. Según la policía, la detenida está separada de su marido. Actualmente se encuentra internada en el hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares y parece ser que, según el psiquiatra, no sufre trastorno alguno que le haya impedido discernir la gravedad de su acción.